Taller de decoración de botellas para el huerto vertical (1ª parte)

El pasado día 12, hicimos el Taller de Decoración de Botellas para el Huerto Vertical, que terminaremos el próximo, día 26.

Tras una breves palabras de lo que queremos intentar conseguir y, no es otra cosa, que un huerto vertical, pasamos manos a la obra. Mirar esas pequeñas manos, que no os asuste la mesa.

  

Y mirar que resultado:

La verdad y, lo confieso, es que estos peques, son sorprendentes, me dejaron muy sorprendido e increíblemente ilusionado, de todo lo que pueden conseguir con unas botellas y pinturas de colores, además de unas pegatinas como adornos.                            

Gracias al equipo de colaboradores, por sus ánimos y apoyo, Aniche, Mari Carmen, Miguel, Ana y Faro, Mónica y Quique, como se suele decir por las críticas, puntos de vista, opiniones,...

El árbol y las verduras (Cuento)

Había una vez un precioso huerto sobre el que se levantaba un frondoso árbol. Ambos daban a aquél lugar un aspecto precioso y eran el orgullo de su dueño. Lo que no sabía nadie era que las verduras del huerto y el árbol se llevaban fatal. Las verduras no soportaban que la sombra del árbol les dejara la luz justa para crece, y el árbol estaba harto de que las verduras se bebieran casi todo el agua antes de llegar a él, dejándole la justa para vivir.

La situación llegó a tal extremo , que las verduras se hartaron y decidieron absorber toda el agua para secar al árbol, a lo que el árbol respondió dejando de dar sombra para que el sol directo de todo el día resecara las verduras. En muy poco tiempo, las verduras estaban esmirriadas, y el árbol comenzaba a tener las ramas secas. Ninguno de ellos contaba con que el granjero, viendo que toda la huerta se había echado a perder, decidiera dejar de regarla. Y entonces tanto las verduras como el árbol supieron que lo que era la sed de verdad y estar destinados a secarse.

Aquello parecía que no tenía solución, pero una de las verduras, un pequeño calabacín, comprendió la situación y decidió cambiarla. Y a pesar del poco agua y el calor, hizo todo lo que pudo para crecer, crecer y crecer.. Y consiguió hacerse tan grande, que el granjero volvió a regar el huerto, pensando en presentar aquel hermoso calabacín a  algún concurso.

De esta forma las verduras y el árbol se dieron cuenta de que era mejor ayudarse que enfrentarse, y que debían aprender a vivir con lo que les tocaba, haciéndolo lo mejor posible, esperando que el premio viniese después.

Así que juntos decidieron colaborar con la sombra y el agua justos para dar las mejores verduras, y su premio vino después, pues el granjero dedicó a aquel huerto y aquél árbol los mejores cuidados, regándolos y abonándolos mejor que ningún otro en la región.

Os recomandamos un par de libros de la Biblioteca de El Escorial:

La Huerta                                  I-635 MOR hue

Semillas, bulbos y esporas       J-581 WAL sem

CONTINUARÁ........... no os perdáis la 2ª Parte.